viernes, 22 de octubre de 2010

Leer y escribir en un mundo cambiante

Emilia Ferreiro

En la antigüedad leer y escribir era considerado una actividad muy importante e incluso una profesión. Los escribas eran los únicos autorizados para prepararse y tener la vocación de escribir, y como se hacía por gusto y con gran orgullo no existía el fracaso escolar, pero a lo largo de la historia y mas aun en la actualidad, se fueron implementaron las escuelas obligatorias que buscan la alfabetización de toda la población, pero surgió un inconveniente pues se le da mayor importancia a la técnica que a la enseñanza misma como lo cita el texto: “Todos los problemas de la alfabetización comenzaron cuando se decidió que escribir no era una profesión sino una obligación y que leer no era marca de sabiduría sino marca de ciudadanía”.

La enseñanza se vio afectada directamente pues los maestros por lo general buscan que los estudiantes aprendan la técnica del trazado de las letras, y la técnica correcta de la oralización de un texto. Sin tomar en cuenta la comprensión de los textos, combinándola con la imaginación y la relación con su vida cotidiana además de que no saben expresar su ideas por medio de escritos y comunicar sus emociones. Esto lo podemos observar con los métodos de enseñanza de hace algunos años en el método silábico en donde el propósito es aprender por medio de la memorización.

Como consecuencia resulto el fracaso escolar, que al principio no se considero como fracaso de la enseñanza sino del aprendizaje, o sea, era responsabilidad del alumno. Estos alumnos son designados, según las épocas y las costumbres, como débiles de espíritu, inmaduros o disléxicos. Pero al investigar la problemática se llego a la conclusión de que existen diversos factores que afectan a los estudiantes y la población en general, que es la pobreza, y efectivamente pobreza y analfabetismo van de la mano.

¿Entonces cual es la problemática que plantea la autora?, concentrándose un poco más en la desigualdad social, una parte de la culpa es del gobierno que busca objetivos ilógicos que no puede cubrir al 100%, por ejemplo se quiere que todos aprendan a leer y a escribir para que puedan continuar su educación y así integrarse al mundo laboral, pero en realidad esto se da de una forma desigual y de manera no democrática pues mientras algunas escuelas cuentan con la mejor tecnología, existen otras que apenas tienen los materiales básicos para poder albergar a pocos alumnos. También en los programas alternativos de alfabetización para los adultos que solo les transmiten conocimientos pobres que por lo general no los emplean en su vida diaria.

Al no poder satisfacer las necesidades de los estudiantes se da un atraso en la sociedad y más que en la actualidad que vivimos en un mundo globalizado y en constante cambio, además de la evolución de la tecnología como el manejo de internet, y la capacidad de poder entrar a una competencia laboral en donde el ingles debe ser una segunda lengua básica. Y todo ello combinado con una escuela empobrecida, desactualizada, y con maestros mal capacitados y peor pagados.

Por lo tanto la escuela se enfrenta a varios retos como lo es la actualización de los profesores ya que existen docentes que no saben manejar las nuevas tecnologías, y retrasan a los alumnos, además se deja atrás los métodos de enseñanza tradicional y como menciona la autora “Bienvenida la tecnología que elimina diestros y zurdos: ahora hay que escribir con las manos sobre un teclado”, además de consultar la información en la internet, que cada vez es invadida por fuentes falsa dejando atrás a los libros originando una confrontación entre el método y la tecnología.

La tecnología del internet también ha llegado a los libros y por ende a la lectura, pues estamos en momentos de profundos cambios en la definición de la materialidad misma del objeto “libro”. Algunos anuncian una nueva democracia vía internet mientras que algunos se anticipan a organizar prematuros funerales al libro, este que tiene textura y olor, ese de carne y hueso con el que aprendimos a convivir durante siglos, pues la escritura contenida en los libros nos cuentan nuestro pasado.

Esto podría ser una causa del por qué los alumnos no les agrada leer, pues actualmente prefieren pasar su tiempo, en el correo electrónico, el face book, y diversas páginas web que no dejan conocimientos significativos además de que prefieren ver un video o escuchar un audio que entrar en el maravilloso mundo de la lectura en donde la imaginación los transporta al corazón de la lectura. Pero esto para los educandos de la actualidad les resulta patético, y por lógica muchos no les agrada realizar una investigación en la biblioteca, pues prefieren descargar el archivo de la web.

Pero no todo es oscuridad pues existen varios jóvenes que tienen gran talento en la escritura y la lectura, pero no se les da la oportunidad de brillar en la sociedad pues los maestros no saben identificarlos. Por ello es importante que el docente busque la motivación para que los alumnos lean por gusto y no por obligación, además los padres de familia deben apoyar desde el hogar pues si el niño ha estado en contacto con lectores antes de entrar a la escuela, aprenderá mas fácilmente a escribir y leer que aquellos niños que no han tenido contacto con lectores.

Venimos de un pasado imperfecto, donde los verbos leer y escribir, han sido definidos de manera cambiante, a veces errática, pero siempre inefectivas; Nos dirigimos hacia un futuro complejo dominado por la tecnología, pero hay algo que nos debe quedar claro:

“La alfabetización no es un lujo ni una obligación; es un derecho. Un derecho de niños y niñas que serán hombres y mujeres libres”

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